martes, 20 de enero de 2009

BUSCANDO NUESTRA MITAD...


La mitología griega nos dice que hemos sido condenados por el Dios Júpiter a buscar eternamente a "nuestra mitad" , como castigo a la rebelión de nuestros ancestros contra el...
Podemos pasar años o vidas sin llegar a encontrarla, pero el sentido a ésto es el estar "atentos" al inminente encuentro de nuestra mitad!

EL BANQUETE (de Sócrates)
Discurso de Aristófanes.(…)

»En otro tiempo la naturaleza humana era muy diferente de lo que es hoy.
Primero había tres clases de hombres: los dos sexos que hoy existen, y uno tercero compuesto de estos dos, el cual ha desaparecido conservándose sólo el nombre.
Este animal formaba una especie particular, y se llamaba andrógino, porque reunía el sexo masculino y el femenino; pero ya no existe y su nombre está en descrédito…
El sol produce el sexo masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que participa de la tierra y del sol.

De estos principios recibieron su forma y su manera de moverse, que es esférica.
Los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y combatir con los dioses, como dice Homero de Efialtes y de Oto.
Júpiter examinó con los dioses el partido que debía tomarse.

El negocio no carecía de dificultad; los dioses no querían anonadar a los hombres, como en otro tiempo a los gigantes, fulminando contra ellos sus rayos, porque entonces desaparecerían el culto y los sacrificios que los hombres les ofrecían; pero, por otra parte, no podían sufrir semejante insolencia.

En fin, después de largas reflexiones, Júpiter se expresó en estos términos: “Creo haber encontrado un medio de conservar los hombres y hacerlos más circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas. Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos piernas sólo, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pié, como los que bailan sobre odres en la fiesta de Caco.”
»Después de esta declaración, el dios hizo la separación que acababa de resolver…

De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos a los otros; el nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua perfección. Cada uno de nosotros no es más que una mitad de hombre, que ha sido separada de su todo, como se divide una hoja en dos. Estas mitades buscan siempre sus mitades.
(…)
Dichosos, hombres y mujeres, si, gracias al Amor, encontramos cada uno nuestra mitad, y si volvemos a la unidad de nuestra naturaleza primitiva.

No hay comentarios: